sábado, 19 de febrero de 2011

Todo es cíclico....a portas de las Eleciones Presidenciales 2011




311 en Lima marzo-2011

Finalmente la noticia se confirma. James, la banda de Manchester que pronto visitará Lima, no estará sola en el escenario de la Explanada del Estadio Monumental, el próximo 30 de marzo; la acompañará la agrupación norteamericana 311.

Oriundos de Omaha, Nebraska, 311 se formó en 1990 y está conformada por Nick Hexum (voz y guitarra rítmica), Doug “SA” Martínez (voz y DJ), Tim Mahoney (guitarra), Aaron “P-Nut” Willis (bajo) y Chad Sexton (batería).
La banda ha grabado desde su formación más de una decena de discos, mostrando una original propuesta en la que fusionan ritmos como el rock, ska, funk y reggae; logrando un sonido tan fresco como único.
Entre sus éxitos se encuentran temas como “Amber”, "I'll be here a while" y "Love song".

Tanto James como 311 , tocarán este 30 de marzo en la Explanada del Estadio Monumental. Las entradas están a la venta en Tu Entrada de Plaza Vea y Vivanda.


sábado, 12 de febrero de 2011

Carlos Carlín : "Lo Nerd es lo mio"

Imaginarlo serio es un ejercicio difícil. Ponerse serio a su costado, aún más. Carlos Carlín se inició como actor dramático, pero su sentido del humor (y una bola roja sobre la nariz) se apoderó de su carrera y la risa se ha convertido en su poderosa arma.
Atrás quedó ese chico “nerd” que pasaba todo el día viendo televisión. Lejos quedó el muchacho que aparecía en comerciales de TV hace 20 años. Hoy, el artista se mueve de un lado a otro, porque, justamente, hace de todo. Radio, teatro, antes también cine. Este jueves vuelve a la pantalla chica y promete un programa fresco y entretenido. No será Jaime Bayly (su antecesor en ese horario), pero sí un ‘Francotirador’ de la risa.

CARLÍN ANTES DE LOS 20

Aunque ya sentía una atracción hacia las tablas desde pequeño –iba regularmente a las obras de teatro- fue recién a los 14 años, en 1985, cuando Carlín vio una luz que, pese al intento ajeno de hacer que se apague, guía hasta hoy su vida y profesión.
“Vi una obra de Roberto Ángeles que se llamó “Marité”, y quedé impactado cuando vi cómo se divertían los actores en escena. Me enganché de inmediato con esa atmósfera”, recordaba el actor en entrevista con elcomercio.pe hace un par de años.
Le gustó tanto, que iba todos los días para ver llegar a los actores. Incluso llegó a recibir una oferta para hacer de extra en una de las obras. En su casa la negativa fue tal –le dijeron que tenía que estudiar primero y ser mayor de edad- que él se bloqueó y no volvió a pisar sala de teatro alguna hasta los 18 años. ¿Qué hizo mientras tanto? “Lo que hace un chico de 14 años: andar vagando por la calle o estar encerrado en tu cuarto”.

CARLÍN A LOS 20

El asistente de producción de “Triki Trak” llegó entonces a los escenarios. Cursaba el segundo ciclo de Comunicación audiovisual cuando entró a trabajar en Canal 4, cuando vio por primera vez a Rulito Pinasco y pensó “que estaba viendo un televisor andante”. El repartidor de hamburguesas para los asistentes tomó entonces la mejor decisión: llevar un taller de actuación con Carlos Gassols en el IPP, y otro con Roberto Ángeles.
Debutó en las tablas con “Metamorfosis”, pero él recuerda más su siguiente obra, “¿Quieres estar conmigo?”, en 1993, cuando tenía 22 años. “Óscar Carrillo tenía que sacar un reloj de su bolsillo mientras tenía una discusión, pero yo por joder le puse una zanahoria. Cuando lo hizo, se cayó en mitad del escenario. Se quedó congelado. Cada vez que entraba al pasillo (durante la presentación) decía (hace gestos de que estaba furioso) ‘¿Quién ha sido el de la zanahoria? ¿El de la zanahoria, quién ha sido?’”, se acuerda entre risas.
Varios de los miembros de ese elenco lo acompañaron luego a lo que fue su primer reto profesional en la TV: “Los de arriba y los de abajo”, un año después. ¿Otra zanahoria? No, esta vez una galleta de marihuana. “Le regalaron una a Juan Manuel Ochoa en un intercambio de regalos. ‘¡Qué rico!’, dijo cuando se la comió. Después, en la grabación, no podía ni hablar”, cuenta riéndose aún más fuerte que en la anécdota anterior.

Simula ser dicho actor cuando estaba bajo los efectos de la droga y es casi una obligación preguntarle si no fue él quien le hizo semejante regalo. “No fui yo”, asegura, aunque reconoce que fue parte del plan. “Lo sabía”, pienso, y luego me cuenta cuando una vez, entre los actores secundarios de una escena de un baile, empezaron a llamarse por sus nombres reales y no de los personajes. “‘¡Carlín!’, me decían. ¡‘Miguel (Iza)’!, decía yo. No hubo edición y así salió al aire”.


Y así, entre risa y risa (hace poco, en une entrevista con “Punto Final”, reconoció que no le gustaba para nada hacer telenovelas y que ojalá nunca esté necesitado de dinero como volver a eso), llegó el momento cúspide de su carrera, desde donde ha hecho de todo para no bajar. Atrás quedaron sus participaciones en “Los unos y los otros” (1995) y “Tribus de la calle” (1996). En 1997, a los 26 años, aparecía en la versión televisiva de “Pataclaun”. Era el más joven del elenco y se moría de miedo (“literalmente, lloraba fuera de la escenografía”), pero la bola roja no le quedó grande.
“Hay tantas anécdotas, detrás de cámaras con ‘Pataclaun’. Pero lo que siempre recuerdo es cuando se metió un borracho al cuarto donde estábamos ‘Gonchi’, ‘Cachín’ y yo, en Arequipa. A mí me dio un ataque de risa, a Gonzalo le dio cólera y ‘Cachín’ lo botó. ‘¡Pataclaun, Pataclaun!’, gritaba”, cuenta, dejando en claro el éxito que fue.
Tras dos temporadas, tuvo un frustrado paso por “El 4to de Juan” (1999) y luego viajó a España, donde estudió un curso de producción. Así volvió al Perú, “con muchas pilas para formar Raquel en llamas (su productora de espectáculos)”.

CARLÍN A LOS 30

La tercera década de Carlín no ha dejado de la lado la actuación en TV -“Cazando a un millonario” (2001), “Carita de Atún” (2004)- y hasta ha incluido dos apariciones en la pantalla grande –“Una sombra al frente” (2007) y “Condominio” (2007)- pero el grueso de su carrera en esta etapa ha sido, definitivamente, el teatro.
De la mano de Raquel en llamas, y junto a la que se convirtió en su compañera incondicional sobre las tablas, la también ex claun Johanna San Miguel, hicieron carcajear a medio mundo con memorables shows como “Perú ja ja” (2004), “Chancho amor” (2005), “Muérete Cupido” (2006), “Puro cuento” (2007) y “2×1” (2008). En el penúltimo, cuando ya tenía 36 años, Carlín recuerda una anécdota de lo más divertida: “Había una máquina de globos de helio y se nos ocurrió tomar helio y hablar como patos. Al cuarto día nos estábamos intoxicando. ‘Me estoy muriendo’, le decía a Johanna. ‘Yo también estoy pasadaza’, decía ella. Dejamos de hacerlo, pero en verdad era buenazo”.

Alejarse de su ‘partner’ no fue nada fácil, pero ya era momento de cada uno demuestre que en solitario también podían ser exitosos. Ya lo estaban dejando en claro en la radio, cuando luego de dar por concluido “Yo te amo, yo tampoco” en Studio 92, él luego se mudó a Radio Capital, en donde continúa y se siente “libre” porque no hay producción y él mismo no tiene que producirse para entrar a la cabina. El año pasado estrenó “El país de Carlín”, su primer unipersonal. Tuvo un año más que activo con las presentaciones de “La jaula de las locas” y “El idiota” y “Volpone”. Un año antes había estado en “¿Dónde está el idiota?” y “Una gran comedia romana”. Todas obras exitosas.

Entonces, como para coronar el arduo trabajo en teatro y radio, Carlín suma una actividad más: el retorno a la televisión. Desde este jueves, el artista asume la conducción de “La noche es mía”, que se emitirá de lunes a viernes a las 11 p.m. Advierte que el programa tendrá un parecido con el fugaz “El 4to de Juan”. “(Esa vez) era la época de Fujimori. Pretendimos hacer un poco de joda social y un gerente nos lo puso así: le están jalando el saco a un adulto y tarde o temprano les va a caer un cocacho”, contó hace un par de años. En esta ocasión, no debería haber restricción alguna para hacer del mundo del espectáculo, del deporte y de la política un humor fino, verdaderamente entretenido.
Ese es el reto de Carlos Carlín a puertas de cumplir 40 años. En unos meses estrenará nueva obra con su productora (él no actuará), pero en setiembre sí lo hará. Con la radio y el programa de TV siente que tiene suficiente. Espera -acaso ruega- no tener que hacer telenovelas de nuevo. Y por ningún motivo, eso sí, se imagina vistiéndose nuevamente de frasco de aceite en un evento. De pronto se sintió mal y “me paré y me fui. Me sentí mucho mejor así”. ¿Por qué lo hizo? Su respuesta deja aún más en claro lo evidente, para bien de todos sus seguidores: “Soy un workaholic”, sentencia.

ALFREDO ESPINOZA FLORES

Redacción Online

domingo, 6 de febrero de 2011

Ziggy Marley crea su propio comic: El Hombre Marihuana

Ziggy Marley, quien será el encargado de abrir el Pop Festival de Shakira el próximo 25 de marzo en el Estadio de San Marcos, anunció el lanzamiento de su primer comic, titulado “Marijuanaman” (El Hombre Marihuana), que saldrá a la venta el próximo 20 de abril con el apoyo de la editorial independiente Image Comics.

De acuerdo al diario chileno El Mercurio, El Hombre Marihuana fue creado por el músico, quien es hijo de la leyenda del reggae Bob Marley, y cuenta con la colaboración del guionista Joe Casey y el ilustrador Jim Mahfood.                                                                                                                                                                     La historia del comic habla sobre un personaje que “representa la esperanza del futuro... la esperanza de que vamos a utilizar todo el poder que el universo nos ha dado para salvar nuestro planeta. El Hombre Marihuana es un noble defensor extraterrestre que ha llegado a la Tierra para entregar un importante mensaje y, al mismo tiempo, salvar su propio planeta".
Marley se presentará junto a Train y Shakira en The Pop Festival, el próximo 25 de marzo en el Estadio de San Marcos.

Carlos Alcántara: de los "caminos tenebrosos" al humor sin fronteras

Probó “casi todas las drogas” durante una etapa de su juventud, pero hoy, a sus 46 años, a Carlos Alcántara se le ve lúcido, alegre, trabajador. Él mismo define su adolescencia como un momento de “caminos tenebrosos”, pero logró encaminarse en base a un remedio infalible: la risa.




Aunque no todo ha sido chiste en su vida, las actuaciones cómicas han sido las que mayor éxito le han dado. Y, claro, sin olvidar su lado dramático en producciones como “Ojos que no ven” o “La Gran Sangre”. Este 2011 cumple 25 años de carrera artística profesional y los celebra a lo grande: llevando su humor al extranjero. Desde este lunes 06 hasta el 12 de febrero, Carlos Alcántara se presenta en el Festival Internacional de Humor, organizado por la cadena Caracol de Colombia.



ALCÁNTARA ANTES DE LOS 20

Cuando el protagonista de la actuación y la comedia nacional era aún un extra, Carlos apareció por primera vez en pantalla en la película “Los 7 pecados capitales”, de Leonidas Zegarra. Era 1981 y él tenía 17 años.

Pasó sus primeros años en la Unidad Vecinal de Mirones, en el Cercado de Lima. Allí sí vivió los pecados. “Mi etapa más difícil fue entre los 16 y 22 años, una época con bastante inclinación por irme por los caminos tenebrosos de la vida… las drogas… probé varias porque si no eres un idiota y no perteneces al grupo. A través de esa filosofía he perdido varios amigos”, recuerda. ¿Cómo salió de eso? “Por suerte siempre tuve una madre que estuvo aconsejándome y unas ganas de mejorar”.


También fueros años de alienación, luego de haber cumplido servicio militar. “Pensaba que ser blanco era mejor, que tener una ascendencia extranjera era de mejor nivel… un montón de tonterías que si no estás bien informado te alienas y terminas mal. A mí me chocó cuando fui al servicio militar y mientras a mi amigo lo registraron como blanco, a mí me registraron como mestizo”, cuenta. Su situación fue tal que llegó a cambiarse de nombre para entrar a lugares exclusivos. “Una vez entre al Yacht Club con el nombre cambiado y pasé tres meses como rey, pero al final de la temporada me descubrieron y me botaron. Pasé un papelón”.

Intentando ganarse la vida, trabajó vendiendo electrodomésticos en la Feria del Hogar. Según él, “para buscar chicas, también”. Su carrera artística estaba por empezar. “Quería ser actor, por eso iba contra la corriente”.




ALCÁNTARA A LOS 20

El extra se puso una bola roja en la nariz y su vida cambió para siempre. Como si fuese una varita mágica, una lámpara de un genio, su fama creció a finales de esta década.



Su verdadero inicio en la actuación fue cuando ingresó al Club de Teatro. La mejor decisión que tomó. Si no hubiese ido contra la corriente “quizás habría sido ingeniero industrial. No tenía la idea de lo que era, pero postulé a la Universidad de Lima dos veces y no hice ni siquiera dos puntos. Hice -10 y -30”, sonríe.



Fue en el Club de Teatro donde debutó en las tablas en 1986, a los 20 años. Allí participó en diversos montajes, como “La Malquerida”, “Los Tres Mosqueteros”, “Cuatro Historias de Alquiler”, “La Mujer del Año”, “Viva el Duque Nuestro Dueño”, “La Calle” y “Monólogos del Pene”, entre otros. En televisión, la pantalla chica lo acogió con “Saña”, y siguió con “Paloma”, “Solo por ti”, “El hombre que debe morir”, “Antonio Raymondi”, “Mala Mujer”, “Calígula”, “Obsesión”, entre otras.



Entonces llegó su mejor momento. “Cuando estaba en el Club de Teatro era compañero de July Naters. Una vez fui a ver Pataclaun y le dije: ‘Si haces un taller, me avisas’”. Seis meses después se dio. Empezó en “Pataclaun en la Ciudad” cuando tenía 25 años, luego siguió con “Pataclaun Enrollado” y “Pataclaun Busca Pareja”, formando parte de ese recordado y exitoso elenco de clauns que pronto aparecería en televisión.



ALCÁNTARA A LOS 30

El gran salto llegó. Dada la buena acogida sobre las tablas, Carlos Alcántara pasó a la pantalla chica como claun. ¿Cómo no recordar al popular ‘Machín’? ¿Cómo olvidar sus ocurrencias y su lengua floja? ‘…mare’, ‘…ajo’, ‘…erda’ y mil y un apodos para los demás. Dos temporadas bastaron para ganarse el corazón del público.


“Creo que he sido el primero en tirarme pedos y decir lisuras sin decirlas en televisión”, comentó hace poco, en un reportaje de Frecuencia Latina en homenaje a Pataclaun. ¿El capítulo que más recuerda? Cuando ‘Machín’ va a hacer servicio militar. El capítulo final agarró a todos con una nostalgia predecible, que aún se siente. “Fue como los Beatles separándose y haciendo una última canción”.


Su siguiente ‘hit’ (en realidad solo un amague de tal) se dio cuando reapareció en la TV, pero en una nueva faceta: la conducción. En 2005, a los 39 años, debutó en “Lima Limón” junto a Laura Huarcayo. Apenas duró 6 meses. En pleno programa en vivo, sin aviso alguno, anunció su renuncia. “Me llamaron a este programa por mi transparencia y estoy muy agradecido por eso. Pero mi madre me enseñó a ser consecuente con mis valores e ideas y a mostrar una sonrisa sincera. A las señoras les pido perdón si en alguna ocasión di una opinión abrupta. Muchas gracias por todo el cariño, lo que hice fue por ustedes (…) Prefiero evitar especulaciones así que opto por renunciar públicamente. Desde hoy dejo “Lima Limón”, gracias Laura, adiós”, dijo en ese momento.



Por principios o por la discusión que tuvo poco antes con Favio Ubierna, el pastor hijo del productor Guillermo Guille, cuando se tocó el tema del matrimonio homosexual, lo cierto es que Alcántara desapareció de manera abrupta del magazine. Para algunas una mala forma de despedirse; para otras, una salida decorosa, con orgullo.



En esta etapa hizo algunas películas, entre ellas, “Muerto de amor” (2002), “Ojos que no ven” (2003), “Polvo enamorado” (2003) y “Doble Juego” (2004). La segunda, la de ‘Pancho’ Lombardi, es que con más cariño recuerda, por considerarla su mejor interpretación en el cine.



ALCÁNTARA A LOS 40

Aún sin poder quitarse la marca de ‘Machín’, Carlos emprendió una nueva aventura televisiva con un personaje que logró que la gente lo recuerde no solo como un claun: el ‘Dragón’. En 2006, a los 40 años, Alcántara se unió al elenco de la exitosa serie “La Gran Sangre”. Él era un ex policía convertido en un maestro de artes marciales, líder del grupo que imponía justicia en las calles. Hasta cuatro temporadas duró y luego estrenaron la película. Lamentablemente, pese a la expectativa, como él mismo reconoce, “sin éxito”.



El fracaso del filme no lo desanimó y sorprendió con una nueva incursión en la pantalla chica. Sorprendió, sobre todo, por el formato del programa en que apareció, un ‘reality show’, habiendo renunciado años antes a un magazín con ‘talk show’. No era lo mismo, es verdad, pero algunos no lo vieron con buenos ojos.



Nada que lamentar. Sus dotes como bailarín hicieron callar a todos y ganó la primera temporada de la versión nacional de “Bailando por un sueño”. Luego se quedó en el programa como jurado en las distintas versiones que tuvo el espacio de Gisela Valcárcel.



En las tablas no se hizo extrañar. Por cuarto año (“jamás pensé que duraría tanto”), y sin descanso, el actor presenta el unipersonal “Asu Mare”, en el que hace carcajear a los asistentes con la ficción de una vida que tiene mucho de la realidad de la suya. Incluso su madre le dice “yo no soy así, yo soy peor”.



Desde este lunes 06 hasta el 12 de febrero, Carlos Alcántara se presenta en Colombia. Se le ve emocionado pero con gran sentido de responsabilidad. Sabe que es una oportunidad que ya quisieran tener muchos otros actores o humoristas: internacionalizar su trabajo. Llevará partes de su unipersonal para el show. Los colombianos le agradecerían de por vida que les presente al sensacional ‘Machín Alberto’, con harto ‘…mare’ y ‘…ajo’ de por medio, y al gran ‘Dragón’ y su sabiduría. No lo dejarían volver. ¿Sería acaso como su despedida a lo ‘Beatles’ de Pataclaun? Mejor no pensarlo, aún tiene para rato. Y lo mejor puede estar por llegar.


ALFREDO ESPINOZA FLORES
Redacción online